La primer frontera... un encuentro con gente bella

... La demora para salir de Colombia nunca fue culpa nuestra... de haber querido no hubieramos dormido en ipiales como unos perros aguantando frio, por eso pasar la frontera fue un alivio -mas porque no nos pusieron ni 5 de problema-

El viaje comienza muy a la frontera con colombia por los lados de tumaco, un pueblo llamado san lorenzo... la ilusión era el mar; había pero sin playa. Este pueblo supo compenzar el caso con su gente: primero los bomberos, a ellos no hubo que decirles mucho para estar durmiendo allí (despues de haber dormido en un muelle lleno de un animal que sabe picar, le llaman gegen), luego por "chapita" y doña alicia que nos dieron almuerzo, cervecita y medio paquete de cigarros; y para rematar Juan y su familia. La casa de Juan siempre fue nuestra casa y eso no se nos olvida nunca!

Enamorados de san lorenzo, su gente negra, su humildad nunca les impidió hacernos algunas donaciones... pudimos tocar en un colegio y en un parque llamado "plaza de las madres". Un rio hermoso, una despedida brutal. Se le tiene el mejor aprecio a Juan y su familia y a al parcero de rey.